En el corazón del sur de Xinjiang, Kashgar se erige como un faro para los entusiastas de la comida, ofreciendo una paleta de sabores tan rica como su historia. Aquí, la carne no es solo comida; es una celebración de la cultura y la tradición.
Cordero: En Kashgar, el cordero es muy venerado, especialmente el “cordero soltero”, conocido por su calidad superior. Los icónicos Brochetas de Sauce Rojo son una parada obligatoria, ofreciendo un sabor robusto que es tanto satisfactorio como inolvidable.
Pollo y Paloma: Más allá del famoso Pollo al Plato Grande y el Pollo Picante, Kashgar ofrece una delicia única: la carne de paloma. En Shache, conocida como la capital de la paloma, platos como la sopa de paloma y los fideos de carne de paloma son favoritos locales, cada uno ofreciendo un sabor distintivo que es tanto rico como reconfortante.
El Arte de Cargar Carbohidratos
La escena culinaria de Kashgar también es un refugio para los amantes de los carbohidratos, con platos que son tanto sustanciosos como sabrosos.
Pilaf: La versión local del pilaf, hecho con cordero tierno y zanahorias dulces, es un plato que encarna la esencia de la cocina de Kashgar. Es un plato simple pero profundo que habla mucho de la filosofía culinaria local.
Baozi y Naan: Desde el crujiente y jugoso baozi horneado hasta el versátil naan, Kashgar ofrece una variedad de productos horneados perfectos para cualquier comida. Cada bocado es un testimonio de la habilidad y tradición de los panaderos locales.
Dulces Indulgencias y Delicias Lácteas
Ningún viaje culinario en Kashgar está completo sin explorar sus dulces y productos lácteos.
Postres: Los postres locales, como los pasteles rellenos de nueces y las mermeladas de frutas, son un testimonio del amor de la región por los dulces. Estos manjares no son solo comida; son parte del patrimonio cultural de Kashgar.
Productos Lácteos: Desde el rico y cremoso yogur hasta la única piel de leche, los productos lácteos de Kashgar son una parada obligatoria para cualquiera que busque explorar la profundidad de los sabores locales.
Conclusión
Kashgar no es solo una ciudad; es una aventura culinaria esperando ser explorada. Cada plato cuenta una historia, cada sabor lleva un pedazo de historia, convirtiéndola en un destino obligatorio para cualquiera que ame la comida y la cultura.