En Vietnam, incluso las ratas más rebeldes encuentran su destino final: en la mesa. Aunque el zodiaco vietnamita reemplaza al conejo con el gato, confiar únicamente en los gatos para controlar la población de ratas es poco práctico. En cambio, los vietnamitas han convertido a las ratas en un manjar culinario, resolviendo el problema de una manera única y sabrosa.
El arte de cocinar ratas
Algunos vietnamitas han dominado el arte de preparar carne de rata. “Asar es el máximo respeto para estas criaturas salvajes, preservando su sabor natural. Cocinar en olla caliente retiene la esencia nutricional, pero no se recomienda el sashimi de rata debido a los posibles parásitos”, explica un chef local.
Para aquellos que buscan una aventura culinaria no convencional en el sudeste asiático, el “envoltorio de arroz con rata” de Vietnam podría ser la parada final. Este plato, hecho envolviendo arroz alrededor de la carne de rata y friendo, ocupa un lugar especial en la cocina vietnamita. Lleno de carbohidratos, proteínas y vitaminas únicas, se dice que alimenta bailes energéticos por los callejones de Nha Trang.
Un plato que desafía el paladar
El envoltorio de arroz con rata no es para los débiles de corazón. A menudo preparado con los órganos de la rata intactos, ofrece una experiencia sensorial dual: combina el sabor de la carne de rata y sus entrañas. Un comensal describió la experiencia como “estar atrapado en un puente lleno de gente en el más allá, sin poder colarse, rodeado de visiones inquietantes y espíritus que empujan”.
Para los primerizos, el plato puede ser abrumador. El absurdo de la experiencia deja una impresión duradera, haciendo que incluso la sonrisa alegre de Mickey Mouse parezca ominosa. Incluso los aventureros experimentados en el mundo de los alimentos extraños podrían encontrarse tomando una respiración profunda antes de sumergirse: una respiración llena del último chillido de la rata, sus gritos sin respuesta y un aroma rico y sabroso.
Un alimento básico cultural
El arroz pegajoso y dulce vietnamita se convierte en una corteza dorada y crujiente, que recuerda a una cáscara de chocolate. Estas ratas aparentemente entrenadas, cargando bombas de carbohidratos, corren hacia tu estómago, creando un baile de vida y muerte que supera todos los placeres terrenales.
No todos pueden manejar este auténtico manjar vietnamita. Mientras los comensales recuerdan las escenas finales de Tom y Jerry, donde Jerry es acorralado por Tom pero finalmente salvado por los humanos, se dan cuenta de que este es el cuento de hadas culinario del sudeste asiático. “Las expresiones de la gente no mienten”, dice un local. “Las ratas nos robaron el arroz, pero nosotros les robamos el alma”.
La caza de ratas
En Vietnam, las ratas temen más a los humanos que a los gatos. Cuando un experimentado cazador de ratas en Saigón susurra, “Em yêu Anh đang ở đâu? (¿Dónde estás, mi amor?)” en una madriguera oculta, incluso el líder de ratas más experimentado no puede resistirse. Se detienen, se rinden y son capturados, sus ojos vacíos de todo deseo de comida o apareamiento.
En la provincia de Soc Trang, los cazadores de ratas profesionales usan comandos más simples. Antes de atrapar ratas, los agricultores hacen sonidos como “dadidi” cerca de las madrigueras. Al igual que los perros chinos no pueden resistirse a “zuozuozuo”, las ratas vietnamitas emergen emocionadas, solo para ser atrapadas. Incluso en jaulas, chirrían fuerte, quizás creyendo que han entrado en una vida de lujo.
Un comercio lucrativo
Para algunos agricultores vietnamitas, la caza de ratas es más rentable que la agricultura. Nguyen Thanh Dien, un agricultor del distrito de Chau Thanh, una vez compró una cosechadora con sus ganancias de la caza de ratas. Solo vende ratas que pesan más de 3 kilogramos, obteniendo precios entre 60,000 y 90,000 VND (17-26 RMB) por kilogramo. Las ratas más pequeñas son liberadas en los campos de amigos para que crezcan.
La demanda de ratas es tan alta que los agricultores a menudo se aventuran en campos vecinos por la noche, no para robar cultivos, sino para atrapar ratas. Sin embargo, no todas las ratas llegan al mercado. La mayoría de los vietnamitas consumen ratas de campo, que son despojadas de su pelaje, marinadas y vendidas como platos preelaborados junto con verduras verdes.
Envoltorio de arroz con rata: Un favorito nacional
Entre los muchos platos de rata, el envoltorio de arroz con rata ocupa un lugar especial en el corazón de los vietnamitas. Combina dos alimentos queridos: el arroz y la carne de rata, duplicando la alegría.
Para preparar el plato, las ratas se bañan primero en agua a 70 grados, donde cierran los ojos en paz. Cubiertas con harina baja en gluten y envueltas en arroz, se fusionan con su alimento básico favorito en un abrazo lleno de conflicto pero romántico.
Una hábil ama de casa vietnamita puede preparar suficientes envoltorios de arroz con rata para una cena familiar en solo diez minutos. Para los niños, estos envoltorios hechos a mano malentendidos llevan el sabor del hogar. Las ratas adultas se usan para envoltorios, brochetas o ensaladas, mientras que las crías de rata se convierten en “tesoros de palma”, que se dice que saben mejor que el cartílago de pollo.
Una tradición profundamente arraigada
El amor de Vietnam por la carne de rata proviene de períodos históricos de escasez de alimentos. Cuando la gente veía ratas de campo gordas corriendo por los campos, algunos vietnamitas visionarios decidieron probarlas, al igual que nuestros antepasados experimentaron con cangrejos y langostinos. Una vez que una especie es etiquetada como alimento, su relación con los humanos se vuelve inseparable.
Hoy, la industria de la cría de ratas en Vietnam está en auge. En algunas calles, las tiendas especializadas venden ratas recién sacrificadas con la misma naturalidad con la que se compra una bolsa de comestibles. Aunque el mundo puede no entenderlo, a muchos vietnamitas no les importa. Después de todo, mientras estén bien alimentados, eso es lo único que importa.
Y así, los misteriosos susurros de las canciones de amor vietnamitas todavía resuenan en el campo por la noche: “Em yêu Anh đang ở đâu? (¿Dónde estás, mi amor?)”